Un icono arquitectónico visitado por más de cuatro millones de personas al año, que sigue impactando en la vida de muchos transeúntes y visitantes. Un arquitecto con un estilo singular e inconfundible, que mezclaba las formas de la naturaleza con una perfección técnica inigualable alumbrando obras únicas y eclécticas.

Por aquel 1883, Gaudí acepto el encargo de determinar la construcción de la Sagrada Familia cuándo solo tenía 31 años. Recordemos qué en 1882 se colocó la primera pieza – un 19 de marzo – por el arquitecto diocesano Francisco de Paula del Villar y Lozanoque, que posteriormente renunció al trabajo.

El arquitecto utilizo gran parte de su vida y esfuerzos a esta obra (43 años), dónde los últimos 15 años lo hizo de forma exclusiva sin aceptar ningún otro encargo, innovando en técnicas constructivas e intentando utilizar las tecnologías de aquella época.

A día de hoy, el equipo encargado de terminar la majestuosa obra sigue trabajando con las últimas tecnologías; software de ingeniería aeronáutica, recreaciones de realidad virtual o impresoras 3D (Ver también el artículo de una impresora 3D para construir una casa en 24 Horas). Son las nuevas herramientas que los arquitectos utilizan para intentar vislumbrar y concluir una obra arquitectónica que lleva más de 100 años construyéndose.

Fuente: Ovacen